Playa de Esquinzo, descubre un rincón mágico y salvaje en Fuerteventura
La Playa de Esquinzo es una playa de arena dorada, aislada y poco transitada, principalmente por surfistas y personas que practican el naturismo. Hoy te contamos todo lo que debes saber sobre este arenal de visita imprescindible en Fuerteventura.
La playa de Esquinzo, un paraíso escondido en el norte de Fuerteventura
La Playa de Esquinzo, (que no debe confundirse con la playa homónima de Esquinzo-Butihondo situada en el sur de la isla junto a Morro Jable), se encuentra en el municipio de la Oliva, al final de las Playas de El Cotillo. La playa se ubica en una zona muy aislada entre las localidades de El Cotillo y Tindaya, exactamente en la desembocadura del barranco de Esquinzo.
No hablamos de la típica playa turística que aparece en casi todas las guías. Ni mucho menos. No en vano, para llegar a la playa de Esquinzo hay que hacerlo a través de pistas de tierra y grava, sin asfaltar e incluso con algunas rocas. Una buena opción es alquilar un todoterreno, pero la experiencia a pie, siempre con las debidas precauciones, merece también mucho la pena. Y es que, al llegar, el visitante se encontrará con un paraíso oculto, rodeado de acantilados de más de 15 metros de altura y alejado del bullicio.
La playa de Esquinzo está formada por una pequeña ensenada en forma de herradura con arena dorada y rocas. Mide poco más de 300 metros de longitud y su anchura media es de aproximadamente 30 metros. Como otras playas de la costa oeste de la isla de Fuerteventura, como playa Jarugo o playa de los Molinos, la de Esquinzo también está flanqueada por altos acantilados que la protegen del mar y los vientos dominantes.
La belleza de esta playa se manifiesta en su máxima expresión durante la marea baja, cuando el mar se retira y regala al visitante un fantasioso paisaje donde se reflejan rocas negras de diversos tamaños, callaos, cantos rodados y acantilados. Si además la bajamar es al atardecer, podrás ver una puesta de sol alucinante, en un ambiente bucólico y romántico.
¿Qué hacer en la playa de Esquinzo?
La playa de Esquinzo es un lugar apartado con un acceso algo dificultoso. No cuenta con ningún tipo de servicio como otras playas más concurridas, por lo que el visitante debe ir bien equipado con comida y bebida para el día.
Debido a la corriente, el fuerte oleaje y los vientos, esta playa es una de las preferidas de muchos surfistas, que encuentran aquí algunas de las mejores olas de la isla. Al estar apartada de los principales enclaves turísticos, es también una de las playas más demandadas por las personas que practican naturismo, que pasan aquí horas completamente relajados frente al mar.
Además, los aficionados a las dos ruedas, también pueden hacer la Ruta BTT Acantilados de La Oliva. El itinerario, de poco más de 40 kilómetros y que discurre por pistas anchas y descensos rápidos, ofrece unas vistas espectaculares de las playas de la costa oeste de La Oliva.
Pero además de una jornada de playa, los alrededores de la playa de Esquinzo también son un lugar rico en viejas historias y fábulas, debido a los rituales que se han practicado desde hace miles de años. Su cercanía con la legendaria montaña de Tindaya, ha potenciado aún más esa aura onírica de Esquinzo. De hecho, en los acantilados junto a la desembocadura del barranco de Esquinzo, todavía puede verse la boca de la Cueva de Las Damas y el llamado Corral del Caballo, ambos lugares escenario míticas leyendas de los personajes de Tindaya.
¿Cómo llegar a la playa de Esquinzo?
La playa de Esquinzo tiene varios accesos, aunque todos ellos tienen su dificultad. Se recomienda acceder a pie, en bicicleta o en todoterreno por la ruta PR FV-1. Una gran opción para los más aventureros es también bajar desde las casas de Taca por el mismo cauce del barranco de Esquinzo. Asimismo, desde Piedra Playa hay un camino de tierra que llega hasta la playa y desde el sur también hay un acceso desde la zona de los Acantilados de Tindaya.